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VICTORIA A COMO DE LUGAR

¿Alguna vez has asistido a un concierto musical, o al estadio, o algún lugar que hay mucha gente? Pues bien, imagínate las filas para comprar las entradas, la gente amontonada, la bulla, los vendedores, las luces y la emoción de entrar al concierto de tu artista favorito o a ver el juego de tu equipo.

¿Qué pasaría si pasara lo mismo en tu casa? ¿Cómo te sentirías? ¿Qué harías? ¿Y si se te meten 4 personas por el techo con un amigo paralítico? ¿Y si te destruyen tu casa? ¿Cómo te sentirías?

Pues precisamente es eso lo que pasó en un pueblo que visitó Jesús, miremos el texto en el evangelio según Marcos; capítulo 2, versos del 1 al 12

Jesús perdona y sana a un paralítico
1 Algunos días después, Jesús volvió a entrar en Cafarnaúm. En cuanto se supo que estaba en casa, 2 se juntó tanta gente que ni siquiera cabían frente a la puerta; y él les anunciaba el mensaje. 3 Entonces, entre cuatro, le llevaron un paralítico. 4 Pero como había mucha gente y no podían acercarlo hasta Jesús, quitaron parte del techo de la casa donde él estaba, y por la abertura bajaron al enfermo en la camilla en que estaba acostado. 5 Cuando Jesús vio la fe que tenían, le dijo al enfermo:
--Hijo mío, tus pecados quedan perdonados.
6 Algunos maestros de la ley que estaban allí sentados, pensaron: 7 "¿Cómo se atreve este a hablar así? Sus palabras son una ofensa contra Dios. Solo Dios puede perdonar pecados." 8 Pero Jesús en seguida se dio cuenta de lo que estaban pensando, y les preguntó:
--¿Por qué piensan ustedes así? 9 ¿Qué es más fácil, decirle al paralítico: 'Tus pecados quedan perdonados', o decirle: 'Levántate, toma tu camilla y anda'? 10 Pues voy a demostrarles que el Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados.
Entonces le dijo al paralítico:
11 --A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.
12 El enfermo se levantó en el acto, y tomando su camilla salió de allí, a la vista de todos. Por esto, todos se admiraron y alabaron a Dios, diciendo:
--Nunca hemos visto una cosa así.



Una pequeña explicación

La vida en Palestina era muy abierta, en las mañanas la gente acostumbraba abrir las puertas de par en par; como se dice en nuestro lenguaje. Y cualquier persona podía entrar a la casa sin ningún problema. Las puertas abiertas eran señal de que podían visitarlos y eran bienvenidos cuando quisieran. Quizá la casa que nuestro Señor visitó debió ser una de las más humildes de la época debido a que no tenía un recibidor. Y de pronto un marejada de personas estaban en la casa y no había donde entrara otra persona, y la Palabra de Dios nos dice que escuchaban atentamente el mensaje que Cristo les impartía.

Es precisamente a esa gran cantidad de personas que llegaron cuatro personas y su amigo el paralítico. Como estaba todo copado y no había como abrirse paso entre la multitud, ellos se las ingeniaron para probar por otro lado. Las casas en esa época tenía un techo plano parecidos a las terrazas de las casas actuales, y se usaba para estar tranquilos y para descansar, y se ponía una escalera para poder subir; y no nos resulta creer que fue esa la escalera que ocuparon estos hombres para subir con su amigo. El techo de la casa estaba formado por dos vigas planas de pared a pared y separadas por apenas un metro entre sí. El espacio entre las vigas se llenaba de cañizo y tierra; y la superficie se alisaba como mejor se quisiera. Fue la cosa más fácil del mundo hacer un agujero grande en la casa y bajar justamente por el al paralítico. Y no era considerado un destrozo grande, siendo que se podía reparar fácilmente y en muy corto tiempo.

Cuando Jesús vio la escena se maravilló de la fe de estas personas.
Los judíos en los tiempos de Jesús creían que si una persona estaba sufriendo era por culpa del pecado. ¿Recuerdan a Job? Los amigos de Job pensaban esto de su sufrimiento. Job 4:7. Los rabinos de ese tiempo pensaban que ninguna persona podía sanarse hasta que todos sus pecados hayan sido pagados. Aún en nuestro tiempo sucede esto. Aunque en parte las enfermedades se deben al pecado, no son todas; y a veces no se deben a un pecado nuestro sino al de otro. (Ej. Chisme, murmuración, el SIDA en los niños, etc.)

Vemos que lo que primero que Jesús hace es decirle algo como “Hijo Dios no está enfadado contigo. No tengas miedo, no te preocupes” Jesús le hablaba con una voz que entendía su corazón y su dolor. Y le ofrece la vida en abundancia. El terror del hombre desaparece y aquel hecho fue decisivo para su curación. Es lo mismo que Dios nos dice hoy “hijo mío Dios no está enfadado contigo. Vuelve a casa, no tengas miedo”
Los maestros de la ley eran los encargado de que no hubiera ningún blasfemo. Y pensaban que Jesús era uno de esos charlatanes que podía decir palabras por decirlas, pero Jesús como conocía sus corazones arremete contra ellos y les pregunta ¿Qué es más fácil decirle a este hombre? Levanta y anda o tus pecados te son perdonados. Si hubiera sido un charlatán no hubiera podido obrar el milagro que hizo después. Y se comprobó inmediatamente que Jesús era quien decía que era Dios en persona. El derecho de Jesús de perdonar los pecados era autentico y se vio demostrado. Y los maestros de la ley quedaron boquiabiertos, histéricos y con rabia contra el Maestro. Ya que ellos representaban una religión ortodoxa y Cristo una práctica.


En este incidente vemos que Jesús comunicó el perdón de Dios para los hombres, Jesús actuaba como representante del Dios Altísimo en la tierra y vemos la actitud de Dios para con los hombres. En este incidente vemos las tres P del amor: Un amor puro, profundo y permanente. Es así como el Señor nos ama.

Dios quiere darle la vida eterna en este mismo instante. Acepte la invitación de Jesús y acéptelo en su corazón, él le dará la vida que siempre ha soñado. Una vida de paz, alegría y sobretodo que él será su Padre y que nunca pero nunca lo desamparará. ¿Desea recibir a Jesús en su corazón? No lo deje para mañana puede ser demasiado tarde.
Y para los que ya son cristianos, ¿tiene algunas actitudes en su corazón que está albergando? ¿Debe pedir perdón a alguien? ¿Su corazón esta resentido? ¿Cómo está su mente en cuanto a sus pensamientos? ¿Qué clase de cosas está viendo que no le dejan crecer como persona? Dios quiere que seamos como su hijo Jesús, que vivamos conforme él vivió y hagamos de su voluntad nuestra meta. Saquemos todas las actitudes dañinas de nuestro corazón y nuestra vida ahora mismo.

SOLI DEO GLORI




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