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RESCATADOS



Lectura: 1 Corintios 15:1-4, 20-25 
Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo… —Hechos 16:31

Manuel González fue el primer rescatador que llegó al lugar donde 33 mineros estuvieron atrapados durante 69 días en una mina chilena en 2010. Arriesgó su vida al descender más de 600 metros (2.000 pies) para llevarlos a la superficie. El mundo miraba con asombro mientras un minero tras otro era rescatado y liberado.
La Biblia nos habla de un rescate aun más asombroso. Por la desobediencia de Adán y Eva, toda la humanidad está atrapada en el pecado (Génesis 2:17; 3:6, 19; Romanos 5:12). Incapaz de liberarse, cada ser humano enfrenta la muerte, física y eterna. Pero Dios ha provisto un Rescatador: Jesucristo, el Hijo de Dios. Todo aquel que acepta el regalo de la salvación ofrecido mediante su muerte y resurrección es liberado de las garras del pecado y de la pena de muerte resultante (Romanos 5:8-11; 10:9-11; Efesios 2:1-10). Jesucristo es «primicias de los que durmieron» (1 Corintios 15:20). Fue el primero en resucitar de los muertos, para no volver a morir jamás. Asimismo, todos los que ponen su fe en Él reciben la vida (Romanos 8:11).
¿Sigues atrapado en tus pecados? Acepta el regalo de la salvación que Dios ofrece y disfruta de la libertad en Cristo en esta vida y de la eternidad con Él (Hechos 16:31; Efesios 2:1; Colosenses 2:13).
—CPH

Mediante su cruz, Jesús rescata y redime.

Tomado: Ministerios RBC

PAPELEO


Lectura: Romanos 5:1-8 
[Jesús], por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes… —Romanos 5:2

La palabra «papeleo» [traducción de red tape: cinta roja] describe la forma irritante en que la burocracia impide la concreción de los trámites. Inicialmente, se refería a la práctica común de sujetar los documentos oficiales con una cinta roja. A principios del siglo XIX, el término se popularizó en los escritos del historiador escocés Thomas Carlyle, el cual se quejaba de la negligencia del gobierno. Después de la Guerra Civil en Estados Unidos, el problema del «papeleo» resurgió cuando los veteranos de guerra luchaban para recibir sus beneficios. Esta palabra denota frustración y decepción ante los agobiantes obstáculos para alcanzar las metas.
El papeleo burocrático es casi legendario, pero hay un lugar en el universo donde jamás ocurre: el trono de Dios. En Romanos 5:2, Pablo habla de Cristo, «por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes». Cuando tenemos el corazón destrozado o nuestra vida se complica, no hay ningún papeleo que nos obstaculice acceder a Dios. Jesucristo ha abierto el camino para que podamos entrar con confianza en la presencia del Rey del cielo (Hebreos 4:16).
Recuerda: cuando tu corazón esté dolido, no hace falta llenar ningún formulario para presentarle tus necesidades a Dios. Mediante Cristo, tenemos acceso pleno e inmediato.

Los hijos de Dios siempre tienen acceso al trono divino.

Tomado: Ministerios RBC

LOS VIEJOS TIEMPOS



Lectura: Salmo 143:1-6 
Me acordé de los días antiguos… —Salmo 143:5

A veces, nuestra mente evoca años pasados y anhela aquellas épocas y lugares mejores… los «buenos tiempos de antes».
Pero para algunos, el pasado solo abriga recuerdos amargos. En el silencio de la noche, esas personas analizan sus fracasos, decepciones y fantasías, y piensan en cuán cruel ha sido la vida con ellas.

Es mejor recordar el pasado como lo hizo David: contemplar lo bueno que Dios ha hecho y «[meditar] en todas [sus] obras; [reflexionar] en las obras de [sus] manos» (Salmo 143:5). Cuando evocamos la bondad del Señor, vemos cómo nos ha bendecido a través de los años. Esos recuerdos son beneficiosos, ya que despiertan un deseo más profundo de conocer a Dios y de experimentar su tierno cuidado. Transforman el pasado en un sitio de intimidad y comunión con nuestro Señor.

Escuché la historia de una anciana que se sentaba en silencio durante horas en su mecedora, con las manos cruzadas sobre su regazo y los ojos fijos en la distancia. Un día, su hija le preguntó: «Madre, ¿en qué piensas cuando estás sentada allí tan callada?». Ella le respondió suavemente, con un brillo especial en la mirada: «Es algo entre Jesús y yo».

Mi oración es que nuestros recuerdos y meditaciones nos acerquen a su presencia. —DHR
La comunión con Cristo es el secreto de la felicidad ahora y siempre.

LISTA DE INVITADOS


Qumrán era una comunidad judía del siglo i que se había aislado de las influencias externas para prepararse para la llegada del Mesías. Estaba sumamente consagrada a una vida devocional, a los lavados ceremoniales y a un estricto cumplimiento de reglas de conducta. Según documentos encontrados, prohibía la entrada a los cojos, a los ciegos y a los paralíticos. Este principio se basaba en que todo aquel que tuviera una «marca» corporal estaba ceremonialmente contaminado. Durante sus comidas comunitarias, los discapacitados nunca aparecían en la lista de invitados.
Irónicamente, en esa misma época, el Mesías de Israel llevaba a cabo su ministerio en las ciudades y las aldeas de Judea y de Galilea. Jesús proclamaba el reino de su Padre, brindaba enseñanzas y consuelo, y hacía milagros extraordinarios. Para sorpresa de todos, declaró: «Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos; y serás bienaventurado…» (Lucas 14:13-14).
El contraste entre las palabras de Jesús y la lista de invitados de la «elite espiritual» de Qumrán nos deja una enseñanza. A menudo, nos gusta tener comunión con personas que lucen, piensan y actúan como nosotros, pero nuestro Señor nos exhorta a ser como Él y a abrirles la puerta de nuestro hogar a todos.
«El evangelio inclusivo no puede ser comunicado por personas excluyentes». 
George Sweeting

Tomado de: Ministerios RBC

Una entrega sincera



Testigo me es Dios, a quien sirvo en mi espíritu.

Romanos 1:9

En la actualidad, empleamos la palabra espíritu de la misma manera que el apóstol Pablo la empleó en el versículo de hoy. Pudiéramos observar a un deportista que juega muy bien y entonces comentar que mostró un espíritu fogoso, que significa que todo su ser estaba participando en su esfuerzo. Cuando estaba en la universidad, el premio "Espíritu de equipo" se le daba al jugador de fútbol que hiciera el mayor esfuerzo en el terreno. Esa es la forma en la que Pablo servía al Señor.

Pablo nunca sirvió al Señor sin una entrega sincera. Al hacerlo así, se distinguió de los mercenarios, cuyo trabajo era externo y no sincero (Jn. 10:11-13). Así que sea como Pablo, y haga un esfuerzo sincero en su servicio a Cristo. 

Tomado:  Gracia a  vosotros

PROBLEMAS


Me alegró ver que los últimos días del año se acercaban. Habían estado tan llenos de angustia, enfermedad y tristeza. ¡Estaba preparada para recibir enero con toda su algarabía!
Sin embargo, cuando llegó el primer mes del nuevo año, también lo hizo una noticia triste tras otra. Varios amigos perdieron a sus padres. Mi tío murió mientras dormía. Otros amigos se enteraron de que tenían cáncer. El hermano de un colega y el hijo de una amiga murieron en forma trágica e inesperada. En vez de que terminaran las tristezas, el nuevo año parecía traer una nueva oleada de angustia.
Juan 16:33 declara: «En el mundo tendréis aflicción». Ni siquiera a los hijos de Dios se les promete una vida fácil, próspera y con buena salud. Sin embargo, nunca estamos solos para enfrentar los problemas. Isaías 43:2 nos recuerda que cuando atravesamos aguas profundas, Dios está con nosotros. Aunque no siempre entendamos los propósitos del Señor en las pruebas, podemos confiar en la intención de su corazón, porque lo conocemos.
Nuestro Dios abunda en amor y «ni la muerte, ni la vida, […] ni lo presente, ni lo por venir, […] nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro» (Romanos 8:38-39). Cuando surjan dificultades, Él prometió estar siempre con nosotros.
Fe es creer que Dios está presente cuando lo único que se oye es el silencio.
Tomado de: Ministerios RBC

ME AMARÁ MÁS?


Durante una recesión difícil, organicé un grupo para ayudar a otros creyentes que se habían quedado sin trabajo. Les proporcionábamos reseñas de currículos, redes de contactos y respaldo en oración. Pero surgió un problema: cuando alguien conseguía trabajo, casi nunca volvía al grupo para brindar estímulo. Eso aumentaba el sentimiento de soledad y aislamiento del resto.
Sin embargo, peores fueron los comentarios de quienes nunca habían perdido el trabajo, ya que reflejaban las acusaciones de los amigos de Job ante su sufrimiento: «Si fueres limpio y recto, ciertamente luego se despertará [Dios] por ti, y [te] hará [prosperar]» (8:6). En el capítulo 12, Job empieza a expresarse en términos modernos que los trabajadores pueden entender. Confiesa que se siente despreciado por aquellos que viven sin problemas (v. 5).
Cuando las cosas nos van bien, tal vez empezamos a pensar que los que no tenemos problemas somos, en cierto modo, mejores, o que Dios nos ama más a nosotros que a aquellos que luchan. Olvidamos que los efectos de este mundo caído no discriminan.
El Señor nos ama a todos, y todos lo necesitamos… en las buenas y en las malas. El éxito, la abundancia y la posición social que Dios nos ha dado son herramientas para ayudarnos a alentar a otros en tiempos de necesidad.
Ser humildes ante Dios nos hace bondadosos con los demás.
Tomado de : Ministerios  RBC

TESTIGO OCULAR


Cuando el equipo del programa televisivo Day of Discovery [Día de búsqueda] entrevista personas para una biografía, lo que más nos gusta es hablar con quienes han conocido al protagonista de la historia. Con los años, hemos hablado con un hombre que compartió la habitación con Eric Liddell en un campo de concentración en China; con una mujer que, en su juventud, vivió en la casa de C. S. Lewis durante la Segunda Guerra Mundial; y con otro hombre que fue chofer del Dr. George Washington Carver durante unas conferencias en el sur de los Estados Unidos. Todos hablaban abiertamente de la persona especial a quien habían conocido.
Cuando Juan, uno de los doce discípulos de Jesús, era anciano, escribió una carta presentándose como testigo ocular y compañero íntimo del Señor: «porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó» (1 Juan 1:2). Sus metas al escribir eran «que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo» (v. 3), y «que vuestro gozo sea cumplido» (v. 4).
Los testimonios presenciales de los discípulos de Jesús ayudan a guiarnos a la fe en Él. Aunque nosotros no lo hemos visto, hemos creído.
Bienaventurados los que no vieron, y creyeron. —Jesús

Tomado: Ministerios  RBC

VISIÓN ESPIRITUAL



Un prisionero que sobrevivió catorce años en una cárcel cubana narró cómo mantuvo elevado el ánimo y viva la esperanza: «Como mi celda no tenía ventana, construí una imaginaria sobre la puerta. En mi mente, “veía” un hermoso panorama de montañas, con agua que caía dando volteretas por una cañada entre las rocas. Se volvió tan real que podía visualizarlo fácilmente cada vez que miraba la entrada del calabozo».
Irónicamente, algunos de los libros más esperanzadores de la Biblia (Filipenses, Colosenses y Efesios) surgieron durante el arresto domiciliario de Pablo en Roma. La carta a los efesios da una pauta de lo que el apóstol veía cuando pensaba en la vida fuera de su lugar de confinamiento.
En primer lugar, veía el crecimiento espiritual de las iglesias que había visitado. Esa carta empieza con una explosión de gratitud por la vitalidad de aquella congregación (Efesios 1:15-16). Después, procuró abrirles los ojos del corazón a panoramas aun más elevados: las «abundantes riquezas» de la gracia de Dios (2:7). Cuando Pablo sube el volumen para expresar el plan amoroso del Señor, no se asoma ni el más mínimo atisbo de tristeza.
Si te sientes desanimado o dudas de que la vida cristiana valga la pena, Efesios demuestra ser un tónico maravilloso: prescribe las riquezas en Cristo que están a disposición de todos.
El que tiene su esperanza puesta en Dios y en su Palabra no desespera jamás.
Tomado: Ministerios RBC






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